🎭 🎭 La doble moral de la sociedad actual y el marketing. 🎭 🎭
En este artículo abro un debate frontal sobre el uso de temas sensibles como herramienta de marketing, la falta de empatía en la era digital y la alarmante facilidad con la que algunas marcas cruzan los límites del respeto humano en nombre de la visibilidad. ¿Todo vale por unos likes o por aprovechar la tendencia del momento? ¿Dónde quedan los códigos éticos y los valores de marca?
José Rafael Solano - Mercadólogo
7/19/20253 min read


La tendencia top de esta semana, fue la famosa toma con la Kiss Cam de Coldplay en un concierto en Estados Unidos, donde para no entrar en detalles (lo cual no me interesa), se destapa la infidelidad de dos altos ejecutivos de una compañía de tecnología, hacia sus respectivas parejas.
Abro debate 📢
Más allá del tema mediático muy propio de la prensa rosa que ocupa contenido barato para llenar espacio, me ha tocado profundamente, como colegas marketers en EEUU y hasta en mi país Costa Rica (que nada tiene que ver en el asunto y donde hasta, antier nadie sabía que existiera esa compañía y esos ejecutivos), se han tomado la situación para hacer "mercadeo y publicidad viral", a partir de una situación personal muy seria, que involucra a familias, hijos y a las parejas que fueron irrespetadas, como si no fueran humanos, con corazón y sentimientos.
Tengo el estómago revuelto de ver LinkedIn lleno de las "famosas" fotografías del incómodo momento, donde los pseudo analistas del marketing felicitan a las marcas por "aprovechar el momento viral para fortalecer nuestras marcas con la tendencia", o los más osados, piden la renuncia del alto ejecutivo, pues, "si violó la confianza de su matrimonio, hará lo mismo con la empresa".
Sinceramente y con el mayor de los respetos, colegas y público en general que pueda leer este post, le pido encarecidamente que busque algo de más provecho qué hacer y nutra su mente con cosas que le generen crecimiento propio y para hacer crecer a los demás; no entiendo como en una sociedad individualista donde estamos inundados de ideologías que promueven el irrespeto a la vida, a los valores morales y religiosos y en donde "es bien visto que cada quien es libre de hacer lo que le plazca porque es un derecho humano", ahora resulta ser una sociedad pulcra y aterrizada en los valores por los que descaradamente muestra repudio en el día a día.
¿Defiendo la acción?, por supuesto que no, pero seamos sinceros, esto es el día a día desde hace miles de años, y un error en la vida personal no es sinónimo de un delincuente en potencia:
1. ¿Cuántos presidentes de gobiernos, jefes de Estado y altos mandos de compañías de ambos sexos, los han atrapado con las manos en la masa y eso hacía que su gestión profesional fuera propensa a delitos o actos indebidos en el plano profesional?...todos recordarán el caso de Bill Clinton, por cierto, unos de los presidentes de los EE. UU. mejor valorados en décadas pasadas.
2. ¿Hacer la humillación pública de las parejas engañadas, es un acto heroico de marketing, para usarlo como viralidad para campañas de negocios que nada tienen que ver? Y en el caso de esposa de Andy Byron, ¿no es agresión a su intimidad como mujer, que hasta sus fotos se hayan hecho públicas y que detrás de todo esto también exista una burla colateral a ella y no solo al mal acto de su marido?
3. Como líderes de marca, ¿tenemos protocoles definidos para elegir donde sí y donde no cruzar la línea roja de la sensibilidad hacia el dolor ajeno, donde como en este caso, hay familias enteras afectadas? ¿Tenemos desarrollados códigos de ética para el buen uso de la marca y publicidad asociada, igual a como tenemos libros de marca?
Sin duda, mi llamado es a la reflexión. No podemos tomar una pieza para “aprovechar el momento”, solo porque es viral, debemos analizar que sea consecuente con nuestros valores de marca y con lo que buscamos para crecimiento de esta, pensemos que nuestras acciones definen la personalidad de la marca y lo que hoy es risa y burla, a la vuelta de la esquina nos toca a la puerta y con qué cara y qué moral lo vamos a defender.
De mi parte, siempre que exista terceros afectados, como por ejemplo las familias de estas dos personas, será una señal de que el camino NO es por ahí y que lo mejor es apelar a la creatividad propia de los equipos, antes que tomar una mala decisión que, desde mi punto de vista ético, no es correcta.
